POETAS
[internacionalización]
Los infelices poetas
se arrastran hacia cualquier dogma.
Se juntan en bandadas depredadoras,
Ocultan la mediocridad que los reúne,
la ideología que los canceriza.
Patean y aúllan ficciones teatrales,
huéspedes de imperios fascistas.
En manadas, de congreso en congreso.
Este poeta busca otra ruta.
La del soberbio lobo solitario.
La del que sabe que no sabe nada.
Lo arropa la noche oscura del alma.
Busca un dios que juega a no entregarse,
Un amor más poderoso que la muerte.
POETAS 02 [universalidad]
En medio de
Imperios fatulos
hierve el virus del mono asesino.
Una gregaria tendencia a la matanza
de humanos, junglas, océanos, dioses.
Los poetas, alimañas mediocres,
cucarachas que viven sin cabeza,
se reúnen en rebaños de escribas mancos.
Celebran cualquier ideología que los proteja.
Irrumpe el desnudo daimon
indecible
con sus enjambres de abejas harpías
inoculando el veneno sagrado.
Agoniza el poeta,
lobo solitario
en su covacha de palabras y vidrio.
Mas su Hermes
lo arropa. Lo arranca
de la fallida dimensión putrefacta
hacia la paradoja de las existencias.
MES DE LA
POESÍA [inmortalidad]
Día del poema, mes de la
poesía.
Los libreros dicen que no se
vende.
Por enrevesada los
lectores no entienden.
En ningún escaparate la
exhiben.
En ninguna vitrina la muestran.
El material no vale lo que el
precio.
Sólo novelas, libros para
pibes,
ponderosos diccionarios
inútiles
o recetarios que nadie cocina.
Consejos para pertenecer al
Imperio,
rebajar de peso, mantener
al marido
contento, y a los niños,
normales.
Ganar el cielo sin mucho
trabajo.
Tirarse la hembrita asequible.
Los escribidores de angustioso
guano
llenan los manicomios
cibernéticos
con perpetuos llantenes de amor
y muerte
contaminados de intelecto
y rima,
gozosamente al espejo clavados
que sólo refleja sus pálidos
cuerpos,
la momentánea hemorragia de
letras
que no alcanza ni el orgasmo ni
el verbo.
Y mientras tanto, poetas errantes
caminan las calles cargando
maletas
repletas de pedazos de sus
entrañas
que no valen un coño en el
mercado.
No besan orificios de cardenales.
No son cronistas de premiadas fórmulas.
No quieren
parir telenovelas.
No tienen agentes que los
promuevan.
No mueven las redes del arte
instantáneo.
Nadie los recoge, nadie los
renace.
DE RODILLAS
[lo esencial]
Cuán difícil, caer de rodillas.
Esa perla cubierta de estiércol
es nada menos que un alma humana
penetrada, adorando un falo
o una mítica virgen traspasada
por la flecha de un dios violento.
Hay que aprender a someterse.
A odiar sin cuartel, a muerte,
sin comprender del todo la paradoja,
aporía irreconciliable de la esencia.
Quizás la respuesta aparezca en las voces
que celebran celestiales fábulas.
Las ficciones que nos mantienen:
músicas, vidrios, lienzos, palabras.
Alfredo Villanueva Collado, 2013
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